Mantenimiento de tu bicicleta de carretera: ¡Dudas existenciales a resolver!

La bicicleta de carretera es un componente vital si lo que quieres es correr triatlón. El triatlón es un deporte con un componente técnico muy grande en cada una de las disciplinas, y en el caso del ciclismo, el mismo, depende de un elemento mecánico para su correcta ejecución: tu bicicleta de carretera.

El desconocimiento de la correcta utilización de tu bicicleta puede ser decisivo y riesgoso. Muchas veces creemos que el material es «eterno» y la verdad que en gran punto es así, ya que la mayoría de las veces un triatleta cambia la bicicleta porque «le apetece» y no por plena necesidad. Si el material se cuida con un mantenimiento «mínimo», sin duda tu seguridad y su duración será mucho mayor.

Por eso nos sentamos a elaborar las 10 preguntas que deberías resolver para que aprendas a cuidar tu bicicleta y que solo tengas que preocuparte de cómo hacerla volar sobre las carreteras.

¡Empecemos!

La bicicleta es un elemento muy fiel, que podrá darte muchas felicidades a «bajo costo», pero solo, si la cuidas de la forma adecuada.

Si no le haces un mantenimiento adecuado a tu bicicleta de carretera, podrás verte con varias complicaciones, como:

• Mayor desgaste de material: si el material se desgasta de forma «desigual», el mismo material hará desgastar más componentes mecánicos de tu bicicleta.
• Mayor costo de mantenimiento: si no cambias parte del material en el momento oportuno, podrá hacer que tengas que cambiar muchos más materiales que interactúan con él (caso piñón – cadena).
• Rotura del material: la fatiga producida por el mal mantenimiento, puede llevarte a la rotura del material.
• Producir un accidente: Con un pinchazo en una bajada a alta velocidad o una cadena rota en una subida, el resultado no es agradable. Si a eso le sumamos que al andar en bicicleta vamos generalmente con más atletas, el mal mantenimiento de tu material, no solo te perjudicaría a ti sino que se extendería a tus compañeros de pelotón.
• «Perder una carrera»: ¿Te imaginas entrenar meses y meses para ir a una carrera y tener que abandonarla porque tu bicicleta se rompe por mal mantenimiento?

¡Todos los días!

La bicicleta de carretera va a alta presión y eso hace que el aire se pierda de forma rápida. Para evitar esto, debes hinchar tus ruedas antes de cada salida que hagas.

¿Y si no lo hago?

• Tendrás mayor posibilidad de pinchar tus ruedas.
• Tus cubiertas se desgastarán más rápido.
• Perderás dominio y tracción sobre la bicicleta.
• Harás más esfuerzo para ir a la misma velocidad.

Todas las cubiertas en su lateral, tienen un margen de inflado máximo. El mismo dependerá del modelo de cubierta y su ancho. A su vez, la cantidad de aire que le pongas a tus ruedas dependerá de un factor relevante como es el peso del ciclista, si tienes ruedas con cámara o tubulares, rugosidad del terreno, etc.

El mundo del hinchado de ruedas es complejo y muy personal de cada ciclista. Lo mejor es ir probando diferentes presiones e ir viendo como te sientes en cada una de ellas. Para tener un punto de partida, puedes utilizar la «ley del 10%», que nos indica que los neumáticos deben llevar el 10% del peso del ciclista en bares, por ejemplo

Ten en cuenta que esta es una regla general y nunca debes pasarte del máximo / mínimo de la presión recomendada por el fabricante.

Si también quieres probar sensaciones diferentes, puede ser recomendado tener 0,5 bares menos en la rueda delantera que en la trasera. Esto se debe a que más del 60% del peso del ciclista se encuentra en la rueda trasera y por eso necesitará algo más de presión para llegar al punto optimo de deformación / tracción.

¿Y si no lo hago?

• Tendrás mayor posibilidad de pinchar tus ruedas.
• Tus cubiertas se desgastarán más rápido.
• Perderás dominio y tracción sobre la bicicleta.
• Harás más esfuerzo para ir a la misma velocidad.

Claramente esto depende del uso que le hagas en cuanto a cantidad y cuidado. A modo práctico, todas las cubiertas de bicicleta tienen unos puntos «testigos» en sus cubiertas. Si ves que los mismos no se visualizan de forma clara, quiere decir que ya es hora de cambiar tus cubiertas.

Otra señal inequívoca es el «pinchometro»… si comienzas a pinchar seguido y eres un ciclista precavido, también puede ser una buena señal «práctica» para hacerlo.

Otra cosa a tener en cuenta es que los fabricantes suelen dar una vida útil a las cubiertas de unos 3 a 5 años independientemente del uso que se le dé.

¿Y si no lo hago?

• Tendrás mayor posibilidad de pinchar y hasta rasgar tus ruedas.
• Perderás dominio y tracción sobre la bicicleta.
• Harás más esfuerzo para ir a la misma velocidad.

La cadena se lubrica en cada salida y se limpia antes de lubricarla.

¿Y si no lo hago?

• El excedente de lubricante acumulado, puede generar excesiva fricción dificultando la movilidad y la fluidez de la cadena.
• Al no lubricarla tendrás un desgaste mayor de la cadena por su fricción.
• El ruido de una cadena sin lubricar es insufrible.
• El ruido podrá perjudicar tu reputación ya que tus compañeros de pelotón sabrán con facilidad que eres un «novato» y la fama ciclista esta más valorada que el bitcoin.

Recuerda que donde se junta mayor suciedad son en las ruedas del descarrilador y una excesiva lubricación tampoco es algo recomendable.

Las cadenas de las bicicletas de carretera tienen una vida útil de entre 3000 kms y 10000 kms, pero como todo en la vida, su vida útil dependerá directamente del uso y mantenimiento que le brindes.

La mejor forma de medir el desgaste es con una herramienta específica que tendrá todo mecánico.

También puedes ir tanteando la situación tratando de ver si «cede» la misma en el punto medio de la cadena al pasar por el plato. Si tiras un poco de ella y ves que se separa del mismo, la cadena ya estará estirada y deberá ser cambiada.

¿Y si no lo hago?

• Tendrás riesgo de que la cadena se parta.
• Aumentará el desgaste de las coronas y los platos de la bicicleta.

Por normas generales, se recomienda cambiar los piñones cada 2 cambios de cadena máximo. Pero como todo, dependerá del tipo de uso y calidad de mantenimiento que le hagas a tu bicicleta.

La forma de saberlo es verificando el desgaste los mismos. Si podemos ver alguna «rebaba» en ellos, es momento de cambiarlos. Un signo notable también es que las marchas empiezan a saltar sin realizar ningún cambio.

¿Y si no lo hago?

• Tus cambios saltaran sin motivo aparente.
• El desgaste desgaste de la cadena será mayor.

Por normas generales, será recomendado cambiar los platos de tu bicicleta cada 2 cambios de coronas. Pero como venimos aclarando, esto dependerá del desgaste proveniente del uso que le de cada ciclista.

La forma infalible para saber cuando cambiarlo es ir a tu mecánico y que el mismo chequee el desgaste específico de los dientes de los platos de la bicicleta y proceder con el cambio si es necesario.

¿Y si no lo hago?

• Aumentas el riesgo de que se te salga la cadena
• El desgaste de tu material será más rápido debiendo cambiar todos los componentes mecánicos de la bicicleta.

El desgaste de los cables es de forma progresiva y dependerá mucho de la climatología de donde suelas rodar. Si el ambiente es seco o húmedo, si es una zona de costa, etc.

Los cables y fundas con un correcto mantenimiento deberían ir de forma fluida al accionarlos y si no es así, es momento de pasar por el mecánico. Eso no quiere decir que tengas que cambiarlos, pero tal vez vendría bien volver a lubricarlos.

¿Y si no lo hago?

• Perderás sensibilidad al tacto debiendo hacer una fuerza innecesaria al frenar.
• Puede que las marcas de tu bicicleta no funcionen de forma fluida.
• Corres riesgo que el cable se corte.

Esta pregunta es compleja como «simple» a la vez. El cambio de las zapatas se encuentra enteramente relacionado con el tipo de uso. Hay ciclistas que frenan más (generalmente relacionado con un menor desarrollo técnico y medición de las distancias) o ciclistas que frenan menos (generalmente asociado a un mejor desarrollo técnico y medición de distancias). También el tipo de terreno en el cual suele circular el ciclista y la velocidad en la que circula dependerá de este desgaste. No es lo mismo accionar los frenos menos de 1″ a baja velocidad, a mantenerlos accionados durante minutos en bajadas de puertos pronunciadas a altas velocidades. La temperatura y la lluvia también pueden perjudicar al desgaste de tus zapatas.

Un ciclista con un buen dominio y control de la distancia espacio – temporal de su bicicleta, puede que no tenga que cambiar sus zapatas en años (varios). Pero en este caso, la única forma válida de darse cuenta de cuándo cambiar las zapatas, es chequeando el material y analizando su desgaste.

Mira tus zapatas y presta atención si:

• Se desgastan ambas por igual: sino, puede que los frenos no estén bien centrados.
• Se desgasta toda la superficie de la zapata por igual: sino puede que estén desalineadas.
• Que no tengan mucha suciedad: tierra seca, piedritas, algún pequeño metal o diversa suciedad acumulada, puede dañar la zapata y hasta la rueda.

Si luego de ver todo esto, logras observar que las zapatas se encuentran desgastadas y no se visualizan bien los surcos de las mismas… es hora de cambiarlas.

¿Y si no lo hago?

• Puedes llegar a dañar el aro de tu rueda. Esto no tiene reparación alguna, hay que cambiarlo.
• Presentarás dificultades para frenar pudiendo provocar algún accidente. No es bueno darte cuenta que tu bicicleta frena mal en medio de la bajada de un puerto.
• Las fundas y cables sufrirán un mayor desgaste por tener que utilizar más fuerza de la necesaria para realizar un «simple» frenado.

El desgaste de la cinta de manillar de tu bicicleta de carretera es algo muy propio y generalmente de lo que más depende es de donde lo apoyas o que no se rasgue.

Una cinta de manillar correctamente puesta, y de calidad, podría llegar a durar años en tu bicicleta si no hay ningún factor externo que lleve a realizar el cambio.

Ten en cuenta que la cinta de manillar no es algo excesivamente caro y que cambiando el color de vez en cuando, podrás darle una «imagen diferente» a tu bicicleta.

¿Y si no lo hago?

• Si la cinta de manillar esta bien fija y no genera inestabilidad en el apoyo, no pasa nada si no cambias la misma tras años de uso.
• Si la cinta de manillar «cede» y comienza a moverse, puede perjudicar el agarre y generar un accidente indeseado.

Las ruedas de una bicicleta de carretera llevan unos bujes que permiten su correcto funcionamiento. Los mismos, deben estar correctamente ajustados y engrasados para que las ruedas giren de forma libre y sin dificultades.

Los bujes tienen una vida útil muy alta (años), pero como muchos materiales, la correcta utilización y cuidado de tu material hará que la vida útil sea mayor, o menor. En el caso de los bujes, una limpieza incorrecta y sostenida en el tiempo, puede ser muy perjudicial. Por ejemplo, el lavado a presión directa de los mismos, sin ser luego secados y lubricados.

En cuanto veas que las ruedas no giran con «libertad», se aflojan, o hacen algún ruido al girar, no pierdas tiempo en ir a tu mecánico para que pueda chequearlos y así, aumentar la vida útil de ellos.

¿Y si no lo hago?

• Puedes tener un exceso de movimiento en tus ruedas (lateral) generando mayor inestabilidad.
• Con un excesivo desgaste puede que tengas que cambiarlos y si llegan a romperse (extrañamente) puedes dañar el eje de la rueda.

Tu bicicleta tiene una cantidad considerable de tornillos. Las numerosas partes móviles y mecánicas se unen mediante cada uno de sus tornillos. La fijación de los mismos es fundamental para que toda la bicicleta se mantenga bajo un correcto funcionamiento.

Todos los tornillos de tu bicicleta deben ajustarse con una presión precisa medida en newtons. No es suficiente ajustar un tornillo «a ojo» con una llave allen, aunque si tenemos cuidado, podemos salir del paso sin problema. Cada tornillo tiene su propio ajuste y para realizarlo correctamente, es necesario una llave dinamométrica. Este ajuste preciso, es mucho más relevante en aquellas piezas de carbono, ya que con un excesivo ajuste, puede dañar las piezas generando roturas indeseadas.

Es verdad que un tornillo bien ajustado y previamente engrasado (de fábrica o por tu mecánico de confianza) no necesitaría ser ajustado de forma periódica, pero si es importante que de vez en cuando le pegues un ojo a la tornillería y lo ajuste a la presión necesaria de cada tornillo.

De todas formas, ante cualquier duda o la aparición de algún ruido, ve a tu mecánico para que le realice un correcto chequeo.

¿Y si no lo hago?

• Podrías generar un desgaste mayor en tu materiales, por ejemplo, un exceso de ajuste puede llegar a romper determinados materiales de fibra de carbono, o un tornillo algo flojo, podría fatigar el material por la vibración.
• Determinadas piezas de tu bicicleta podrían desprenderse y generar un accidente.

Claramente el trabajo del mecánico dependerá directamente de tus conocimientos sobre la bicicleta.

Si no conoces como es el correcto funcionamiento de la bicicleta de carretera, puede que la misma no se encuentre en condiciones. Hay signos para darte cuenta de eso, como:

• Dificultad al poner las marchas.
• Dificultad al frenar.
• Vibraciones indeseadas.
• Ruidos molestos.

Presta especial atención si desarmas la bicicleta para montarla al coche. Esto puede provocar que determinadas piezas se desajusten.

Si eres más apañado con tu material y tu mismo le haces el mantenimiento, sin duda chequearás la bicicleta antes de salir y la limpiarás de forma constante. Eso ayudará mucho a que conozcas tu material y saber si hay algo que no funciona como debería.

De todas formas, un chequeo de «rutina» nunca viene mal si llega de la mano de un experto sobre todo cuando dejas la bicicleta mucho tiempo parada o al comenzar la temporada.

¿Y si no lo hago?

• Si conoces tu material y efectúas todo el mantenimiento anteriormente comentado: probablemente no tengas mayores dificultades.
• Si no tienes conocimientos: tu material se desgastará rápidamente, aumentando tu costo de mantenimiento y hasta pudiendo ocasionar algún accidente «indeseado».